Eyeliner de Essence + sombras = 1000 tonos

¡Hola chicas!
Muchas conocen el truco de usar sombras en crema, "jumbos", lápices, eyeliners en gel,... como base para intensificar o añadir matices a las sombras que apliquemos encima. Hasta el momento era algo que no me llamaba la atención, pero hace unos días compré un eyeliner en gel de Essence y experimentando he quedado tan encantada con el "descubrimiento" que aquí se lo cuento :)


El eyeliner en gel es de Essence, en el tono Berlin Rocks, aunque este lo han retirado de su colección fija , puede que aun lo encuentren rebajado a 99 céntimos. El color como ven es un lila metalizado muy bonito, y la textura es cremosa.
Sin embargo, al probarlo como delineador en las pestañas superiores no queda tan intenso y pigmentado como tenía pensado. No está del todo mal, pero esperaba más y como eyeliner no me gusta. Así que lo dicho, trasteando un poco con él se me ocurrió usarlo como base para sombras en polvo.




Una vez seco, el eyeliner es muy resistente (hay que insistir un poco para desmaquillarlo) así que resulta fácil aplicar encima sombras en polvo y que estas queden agarradas. Es suficiente con coger un poquito de delineador, extenderlo bien en el párpado y esperar que se seque. Después, aplicar a toquecitos la sombra en polvo y listo.
En mi caso no tengo problemas, pero este tipo de productos en gel, crema,... pueden hacer pliegues al cabo de unas horas, especialmente en párpados grasos. Así que quizás sea necesario usar una prebase de sombras, yo siempre uso, sea el tipo de sombra que sea.

Y como siempre, como no es lo mismo verlo que contarlo xD les dejo unas cuantas fotos para que vean cómo cambian las sombras con el eyeliner de Essence como base.




Como ven, los colores quedan mucho más intensos, e incluso los reflejos son más evidentes. La segunda sombra empezando por la izquierda es la C'mon Chamaleon! de Catrice (pueden verla aquí). Es una sombra marrón con un reflejo turquesa (al estilo Club de MAC), y aplicada encima del delineador pasa a ser prácticamente turquesa con una base oscura.
El resto de sombras son de acabado metalizado, de la paleta Storm de Sleek. Con la base lilácea quedan mucho más intensas, especialmente la tercera, ¡es una mezcla que me enamoró!


Así que no hay mal que por bien no venga: como delineador no me gusta, pero me parece una buena opción para jugar con sombras y conseguir nuevos tonos. Puede ser una buena base ya que es muy resistente (debajo del grifo ni se inmuta y cuesta desmaquillarlo con crema) y personalmente no me resulta molesto ni seco.

Espero que les haya gustado el "descubrimiento" :) ¿Han probado el truco con este u otro delineador?

¡Muchas gracias por las visitas y comentarios!